8 pasos del yoga

Pratyahara

El Ashtanga es una práctica física vigorosa y exigente. Mantener una rutina diaria de la “serie primaria”, como se denomina a la secuencia de asanas, requiere disciplina y dedicación, así como una revisión completa del estilo de vida. Hay que mantener la mente y el cuerpo limpios, de lo contrario no es posible reunir la dharana (concentración) necesaria para hacer las asanas. Por ejemplo, no se puede trasnochar y seguir practicando porque la fuerza física y mental no será suficiente. No puedes tomar una o dos copas, ni guardar resentimientos, ni fumar, ni quedarte atrapado en una espiral de pensamientos negativos, porque todo ello afectará a tu capacidad de concentración y rendimiento por la mañana. Estás obligado a tratar tu cuerpo como un instrumento finamente afinado.

Yama – ética social. Los cinco yamas son: ahimsa (no violencia, es decir, no tener pensamientos, palabras o acciones negativas hacia uno mismo o hacia los demás), satya (honestidad, con uno mismo y con los demás), asteya (no robar, ni posesiones ni tiempo), brahmacharya (uso sabio de la energía sexual) y aparigraha (no posesividad).

Asana

El Ashtanga es una práctica física vigorosa y exigente. Mantener una rutina diaria de la “serie primaria”, como se denomina a la secuencia de asanas, requiere disciplina y dedicación, así como una revisión completa del estilo de vida. Hay que mantener la mente y el cuerpo limpios, de lo contrario no es posible reunir la dharana (concentración) necesaria para hacer las asanas. Por ejemplo, no se puede trasnochar y seguir practicando porque la fuerza física y mental no será suficiente. No puedes tomar una o dos copas, ni guardar resentimientos, ni fumar, ni quedarte atrapado en una espiral de pensamientos negativos, porque todo ello afectará a tu capacidad de concentración y rendimiento por la mañana. Estás obligado a tratar tu cuerpo como un instrumento finamente afinado.

  Claror cartagena preus

Yama – ética social. Los cinco yamas son: ahimsa (no violencia, es decir, no tener pensamientos, palabras o acciones negativas hacia uno mismo o hacia los demás), satya (honestidad, con uno mismo y con los demás), asteya (no robar, ni posesiones ni tiempo), brahmacharya (uso sabio de la energía sexual) y aparigraha (no posesividad).

Quién es el fundador del yoga

Los Yoga Sutras de Patanjali son una de las fuentes de inspiración y orientación favoritas del yoga contemporáneo para llevar una vida equilibrada y ética tanto dentro como fuera de la esterilla. Aunque los Yoga Sutras completos (escritos en algún momento de los cuatro primeros siglos de la era cristiana) constan de 195 aforismos que el estudioso del yoga David Gordon White denomina “una teoría del todo”, la mayor parte de la atención del yoga moderno se centra en los 31 versos que describen los “ocho miembros” del yoga, que constituyen una guía práctica sobre el tema de cómo alcanzar la liberación del sufrimiento. Un estudio de la historia de los Yoga Sutras revela que gran parte de nuestra comprensión de esta antigua obra se ha filtrado a través de numerosos comentarios sobre los versos originales. Nuestra versión de los ocho miembros reconoce el contexto de su creación y luego encuentra formas de aplicarlos en la vida contemporánea.

  Relajacion y meditacion guiada

Ahimsa (no violencia) Ahimsa probablemente tenía un significado muy directo para el público original de los Yoga Sutras y su prohibición de la violencia es algo que, por desgracia, sigue siendo muy relevante hoy en día. Además, algunos yoguis contemporáneos interpretan ahimsa como una directriz hacia una dieta vegana sobre la base de que “todos los seres vivos” tienen derecho a ser tratados con amabilidad y no violencia.

8 miembros del yoga explicados

Pratyahara se deriva de dos palabras sánscritas: prati y ahara, con ahara significando comida, o cualquier cosa tomada dentro de nosotros, y prati, una preposición que significa lejos o en contra.[7] Juntos significan “alejarse de ahara”, o simplemente ingestión.[8][9]

Esto implica la retirada de los sentidos, o las entradas sensoriales en nuestro ser físico, procedentes de nuestros cinco sentidos, es decir, los órganos que crean una sobrecarga sensorial, y por lo tanto dificulta la recolección de la mente, como en Dharana, la siguiente etapa del Yoga [10][11].

El control de nuestros sentidos requiere el dominio del flujo de prana, ya que es lo que impulsa los sentidos. Para detener la dispersión de la valiosa energía vital del cuerpo o prana, necesitamos buscar el control sobre su flujo, y armonizarlo. Esto se hace a través de varias prácticas, entre ellas la de llevar toda la atención a un solo punto del cuerpo[10].

  Elprat

Estas dos conducen a los dos tipos posteriores de pratyahara, el Control de la Acción o ‘Karma pratyahara’, que implica no sólo el control de los órganos motores, sino también la acción o el trabajo correcto, y el Karma Yoga, la entrega de cada acción a lo divino y su realización como un acto de servicio. Esto nos lleva a la última forma de pratyahara – el Retiro de la Mente o ‘Mano pratyahara’, que se practica retirando conscientemente la atención de cualquier cosa que sea insana y distraiga la mente, como por ejemplo retirando la atención de los sentidos y dirigiéndola hacia el interior [16].